lunes, 25 de agosto de 2014

Qué Huevadas:
Estamos viviendo cada vez días peores, la vida pierde el sentido a cada instante. ¿Qué es lo que nos pasa para que estemos viviendo cada día peor? No me la vengan a jugar de qué soy clasicista, que no me adapto a los cambios, ni al nuevo mundo. No chabón así no es la onda. No me cabe esto que está pasando, me puedo bancar que no lean el Martín Fierro, que no reconozcan los cuarenta y pico años de trayectoria de Los Palmeras. Que no hayan sabido apreciar la zurda del Loco que erró los tres penales en un mismo partido y que años después nos dio la clasificación con su gol en una victoria agónica. Sabes qué me lo puedo bancar. Pero la gilada de los baldazos de fría, ya me jode, pero no tanto como los chabones que retan a otros chabones a mojarse. ¿Qué están pensando? ¿No saben que existen minas? ¿No saben que tenes que garpar más cara la entrada si hay noche de remeras mojadas? Y vos lo tenes ahí, listo para definir, más fácil que un penal para Palermo... Y nada, retas a tus amigos, a otros chabones que ni siquiera conoces.
Así vamos, sin hacer nada para cambiar el mundo, sin romper con la colonización cultural y mucho menos, sin ver como se ponen los timbres con el agua helada.
Y así es como le dije al Tano y al Albertito viste, el hielo es para el fernuco, y el balde de agua es para lavar los pisos y trapear el auto. No sé esta gente va al telo a ver tele, encima no es que van a los que son fifí con LDC y terminan mirando a Mauro Viale en un 14 pulgadas. Qué locura che, ahora lo único que falta, es que salgan los ecologistas a criticar por el oso panda, ya sé que no tiene la culpa de ser un oso panda del culo del mundo que vino a parar acá. Pero escuchame, hay pibes que duermen en la calle y me venis a hinchar las pelotas con el panda, haces marchas y te crees piola. Te tiras un tacho con agua en la cabeza e invitas a más tipos a hacerlo. No, así no es guachín, por lo menos avívate, y desafía a las minas, qué seguramente para eso lo inventaron, y le pusieron la gilada de la donación. Viste cómo es eso, para no quedar como un pajero, decís cualquier cosa y chau, quedas como el gran benefactor.
Yo ya no tenía más para decir, pero el albertito. Que no le decimos ni Alberto, ni Berto, ni Beto y mucho menos Tito. Le decimos Albertito, y es más hasta dudamos que esté anotado así en el registro civil. Se levantó de la mesa y dijo: “Me hace acordar a la escuela todo esto, porque es un mamarracho. Porque la vieja ésta que era mi maestra me lo vivía diciendo”. Quedamos todos con gran hesitación tras escucharlo, hasta que me atreví a preguntarle: “¿Eras muy burro de pibe, porque ahora lo disimulas bastante?”  - El tano que nunca acota, solamente para joder, le remató: “Lo disimula porque habla poco” – Albertito nos mira fijamente, y al unísono, mientras le miraba el culo a una rubia que pasaba caminando por la vereda: “Que se yo, era normal, pero ustedes saben cómo son las viejas esas, maestras de la primaria, muy hijas de Putas, simplemente era eso.”

Seguimos charlando de fútbol, minas, autos,  pero no de política porque el Albertito era menemista, y cuando hablábamos de algo referido a la conducción del País pedía que volviera el Turco. Entonces nos ahorrábamos que nos dé acidez la birra. Al rato, cuando ya no sabes que más podes mentir, me di cuenta de cómo venía la mano. El Tano que estaba de espalda a la vereda, relojeaba los culos de las minas por el espejo que había en la pared del fondo del bar. Qué importancia tienen para los bares, y me vienen que los ponen para decorar, para dar la sensación que el local es más grande. Y que el “Fen yuí” no sé qué, por la energía y la concha de su hermana, con las cosas que te salen ahora. Viste qué huevadas inventan ahora, qué huevadas…