miércoles, 18 de julio de 2012

Nos está culeando el frío y nadie hace nada



 “Nos está culeando el frío y nadie hace nada”, escuche por ahí y pensé: Tienen razón, la verdad que estas temperaturas tan bajas, no están haciendo otra cosa más que violarnos arbitraria e indiscriminadamente. ¿Pero quién nos defiende? ¿Quién nos resguarda del frío? ¿Quién es capaz de abrir el fresco de mermelada en el primer intento?
 Estamos indefensos y somos víctimas de las violaciones causadas por las bajas temperaturas. El gobierno no nos defiende, la policía tampoco y Claudio María Dominguez no nos da soluciones para que el alma no sea culeada por el frío. Indefensos estamos. No hay nadie que nos ayude, ni haga frente a Doña Naturaleza que nos está escarchando, por no decir otra palabra que termina en: “Chando”. Las asociaciones ecologistas, están del lado de la naturaleza, teniendo en alto el estandarte del recalentamiento global, cuando el lugar más caliente del país es el Bailando, que está cayendo en picada,  por  hacer la maratón gay (hombres con tacos intentando remontar un barrilete de mármol, debido al bajo raiting, y a la más baja aún, inteligencia de sus participantes)  El 70% de estos maratonistas no se la manducan, o por lo menos eso es lo que piensa el imaginario colectivo de todos los Argentinos.
“Habrá que aguantar, otra no queda”. Escuche por ahí, una frase con bastante razón y verdad, si nadie nos defiende, como poder enfrentarnos a la naturaleza, si cuando volteas dos plantas, te corren ecologistas disfrazados de tigres en motocross con cuchillos y pancartas Macristas. (Es muy peligroso, ya que ver la cara de Macri cuando empuñas una motosierra, es la principal causa de suicidios en todo el país y este de Morón).
¿Cómo enjuiciar a algo que nos maltrata si no es una persona, ni tampoco una cosa? ¿Cómo poder hacer justicia o llegar a un común acuerdo con Doña naturaleza para que haga unos 25° todo el año? ¿Cómo decirle que está fresca me congela la mortadela en la mesada? Hay muchas preguntas pero solamente una respuesta, aguantar, hasta que venga el verano. Y ahí sí, quejarnos y gritar a los cuatro vientos, “El Verano nos está Culenado y Nadie Hace Nada”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario